David era un niño, o, mejor dicho, un muchacho, que traía a todas las chicas muertas por él.
Es una extraña manera de comenzar una historia, pero así es como esta, en particular, comienza:
David representaba en su cuadra lo que nadie era: pícaro, un poco romático, si cabe resaltar, eincreiblemente guapo para la mayoría de las chicas.
Casi todas morían por él. Casi.
Además, tenía una facultad que enloquecía a las chicas su cuadra, y algunas otras: era un muchacho cristiano. Desde que nació lo era, pues así lo habían criado y él estaba feliz con eso. Cabe resaltar que muchas de las chicas no compartían sus creencías, pero era bastante obvio que alguien con los principios que le inculcaron a él, era alguien que sabía respetar y que tenía moral, a diferencia de muchos de los jóvenes que vivían ahí, o que rondaban el lugar.
A David no le importaba demasiado toda la atención que recibía por parte de las muchachas, sino la que no recibía de una en particular. Mientras las chicas trataban de entablar una conversación con él, ella pasaba y su mirada automáticamente la seguía. No lo mostraba demasiado cuando estaba cerca de ella , pero cuando ella no podía verlo, más de una se iba con el corazón roto, por su reacción.
- ¿Has notado como te mira David?-le dijo una de las muchachas resentidas a Rose, así se llamaba, un día-. Es tan...
- Lila...-era el nombre de la muchacha- No me importa. David me mira, como mira a todas las demás-le aseguró.
Pero, de todas formas, Lila quizo comprobar algo: si tenía chance alguno con David.
- ¿A ti no...?
- No, Dalila-la llamó por su nombre completo. Solía hacerlo cuando estaba frustrada o molesta-. Yo, no. Me considero diferente.
Lila Bufó.
- ¿Qué?-exigió saber Rose.
- ¿Diferente? -repitió Lila.
- Lo suficiente como para no interesarme en él-espetó con dureza, en respuesta.
Lila la miró inquisitiva, ¿Era cierto lo que estaba diciendo?, ¿O mentía, y el realidad si sentía atracción hacia David?
- Vamos, Rose. ¿Ni un poquito? -la presionó.
- No, Dalila. Ni un poquito-la última frase la pronunció lentamente, como si creyese que no entendería.
- Y...¿eres su amiga?-quizo saber Lila, ahora que estaba segura que Rose no estaba interesada en David. Así que no importaba mucho si él estaba interesado en ella, pues a Rose le daba igual.
Rose la miró, un poco intrigada por el tono que utilizó al formularla.
- Eh...te responderé solo por pura curiosidad-advirtió-. Hemos cruzado un par de palabras en repetidas ocaciones.
- Entonces, si.
Rose se encogió de hombros, y dijo:
- Si eso es lo que amistad significa para ti...
- Es decir..., si-continuó Lila.
Rose se encogió de hombros una vez más. Entonces, se alejó. Le gustaba dejar a las admiradoras de David en aquel estado de duda.
- ¿Qué les parece tan atractivo sobre él?
Esa era la pregunta que se hacía constantemente.
Bueno, quizás era la tez blanca que ella también poseía, junto con el rubor de sus mejillas que jamás desaparecía, ó quizás sus ojos marrón claro, con ese brillo dulce y pícaro que escondían, ó los labios rojos con los que contaba, esos llamaban mucho la atención; ó el cabello liso y despeinado, color castaño claro...
O simplemente el porte de modelo.
De su rostro emanaba dulzura y picardía.
un misterio, eso era lo que David representaba.
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