septiembre 19, 2009

Soneto 18 y 25. W. Shakespeare.

¿Qué debo compararte a un día de verano?
Tú eres más adorable y estás mejor templado.
Rudos vientos agitan los capullos de Mayo
y el estío termina su arriendo brevemente.


A veces brilla el sol con demasiado fuego 5
y a menudo se vela su dorado semblante.
A veces la belleza declina de su estado,
por causas naturales o causas imprevistas.


Mas tu eterno verano, jamás se desvanece,
ni perderá su instinto de tener la hermosura, 10
ni la Muerte jactarse, de haberte dado sombra,
creciendo con el tiempo en mis versos eternos.


Mientras el ser respire y tengan luz los ojos,
vivirán mis poemas y a ti te darán vida.


Soneto 25. W. Shakespeare.

Deja que los que tienen el favor de su estrella,
presuman de honor público y títulos altivos,
mientras que a mí, me niega, la fortuna ese triunfo,
pero apartado, gozo, de aquello que más honro.


El válido del príncipe, abre sus bellas hojas, 5
igual que las caléndulas, bajo el ojo del sol,
pero tienen su orgullo, enterrado en si mismos
y ante un fruncir de cejas, toda su gloria muere.


El sufrido guerrero, famoso en el combate,
tras mil victorias, ve, si una vez le derrotan, 10
como pronto es borrado, del libro del honor
y se olvidan las causas, por las cuales luchó.


Feliz por tanto soy, amando y siendo amado,
por quién no me abandona, ni puedo abandonarle

1 comentario:

  1. Olaaa
    esta genial tu blog, yo e creado un blog nuevo
    http://unapuertaminterior.blogspot.com
    pasate si quieres pliss!!
    xauu!!
    besos
    cuidatee

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